martes, 24 de junio de 2014

Momo, Dogen y la mercantilización del tiempo

Texto: Linda Goodhew y David Loy en Digital Library of Buddhist Studies


“Ocurría una cosa curiosa: de todo el tiempo que ahorraba, no le quedaba nunca nada. Desaparecía de modo misterioso y ya no estaba. Al principio de modo apenas sensible, pero después más y más, se iban acortando sus días” (65). 

 

Una de las novelas más notables de finales del siglo XX es Momo, del escritor alemán Michael Ende. Aunque aparentemente escrita sólo para niños, contiene profundos conocimientos sobre nuestra actitud moderna hacia el tiempo. ¿Es una coincidencia que Ende más tarde se interesó por el budismo? Visitó Japón varias veces: el primer viaje en el año 1977 incluyó una discusión con un sacerdote zen; la segunda vez en 1989 para casarse con Mariko Sato. Este ensayo explora las profundas resonancias entre el punto de vista de Ende vertido en Momo, sobre el tema del tiempo en la perspectiva budista, especialmente en lo expresado por el maestro japonés de zen, Dogen (1200-1253). Estas resonancias van más allá del interés literario o histórico: la comprensión de lo que Ende y Dogen tienen que decir sobre el tiempo nos da información importante sobre la forma en que lo experimentamos hoy.


¿Cómo experimentamos el tiempo? Lo que los científicos sociales han calificado como un efecto de time-space compression significa que hoy en día parece que tenemos mucho menos tiempo para hacer las cosas que necesitamos o queremos hacer. Esto contribuye a crear un estilo "maníaco" en gran parte de la vida: aumento del estrés en el trabajo y en la escuela, privación del sueño, hasta la mitad de la población de trabajo E.U.A., sufren de agotamiento, adicción al trabajo y a veces muerte por exceso de trabajo, no hay tiempo para los amigos y la familia, los niños se quedan solos...

Una encuesta realizada en 1992 por la Asociación Nacional de Recreación y Parques de E.U.A., encontró que el 38% de los estadounidenses informaron tener siempre prisa en sus actividades, por encima del 22% de la encuesta de 1971. En The overspent American (1992) Juliet Schorr argumentó que los estadounidenses están trabajando muchas más horas, y recientemente, Joe Robinson en Utne Reader (septiembre-octubre de 2000) afirma que los E.U.a., han sobrepasado a Japón como el país con más exceso de trabajo en el mundo industrializado, según Robinson, la cabeza de familia de un hogar promedio de trabaja cerca de quinientas horas más al año que en 1980. Lou Harris apelando a encuestas de opinión pública que han mostrado una disminución del 37% del tiempo de ocio reportado por los estadounidenses durante un periodo de veinte años, afirma que "el tiempo puede haberse convertido en el bien más preciado de la tierra" (Levine 107). Pero ¿el tiempo mercantilizado es en sí el problema?

Una de las cosas más sorprendentes acerca de Momo es que fue publicado en 1973. Desde entonces, la pesadilla temporal que este libro presenta se ha convertido en nuestra realidad.


Momo
"Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella…  Esta cosa es el tiempo. Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco… porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón" (55)
Michael Ende (1929 -1995) se hizo famoso por sus novelas Momo (1973) y La historia interminable (1979), ambas convertidas también en películas de éxito comercial mundial. Aunque Ende rechazó la película de Hollywood de La historia interminable y trató de detener su producción, sí autorizó la versión cinematográfica de Momo e incluso aparece en la escena de apertura. En la parte final del libro Momo, breve epílogo del autor (que en la película vemos al principio) Ende nos dice: “escribí toda esta historia de memoria, tal como me fue contada…por un  pasajero curioso. Era curioso porque me resultaba totalmente imposible determinar su edad”.

Nosotros conocemos a Momo en las ruinas de un anfiteatro, sin un tiempo determinado que generalmente colocamos en la Italia moderna. Ella es una niña de la calle, sin hogar, de apariencia gitana que ni siquiera sabe su propia edad. Después de haber escapado de una institución, es adoptada por las familias pobres que viven en las inmediaciones, que pronto se encuentran visitándola a menudo. Momo tiene una influencia maravillosamente calmante y el don de escuchar verdaderamente a los otros: por ejemplo, ayuda a dos viejos amigos Salvatore y Nino a poner fin a una larga disputa, ¡e incluso consigue que un canario enmudecido vuelva a cantar! Ella conoce el valor de cada alma individual, de modo que incluso "si alguien sentía que su vida había sido un completo fracaso", después de hablar con ella se da cuenta "de que sólo había una persona como él en todo el mundo" (18 a 19).

La trama se complica cuando todo un ejército secreto de hombres con trajes grises planean dominar el mundo y poco a poco avanzan sobre la ciudad. Descubrimos más tarde, que son seres que viven sólo del tiempo de otras personas, gracias a los cigarros que constantemente fuman y que realmente son flores horarias enrolladas, es decir, tiempo robado de las personas. Prometen a sus "clientes" más tiempo en el futuro, y para ello debe ser almacenado en el Banco del Tiempo, pero a cambio, sus víctimas deben ahorrar tanto tiempo presente como sea posible, acelerando su trabajo, rompiendo con la vida social, y en el proceso, destruyendo toda alegría de vivir. El lema de los hombres grises -muy familiar para nosotros hoy- es " El tiempo es precioso — no lo pierdas El tiempo es oro —ahórralo" (67).

Fígaro el barbero es una de sus primeras víctimas. Cuando está de mal humor, dudando del valor de su existencia y sintiendo que ha fracasado, es la víctima perfecta para sus argumentos espurios y matemáticos sobre el ahorro del tiempo. Uno de los hombres grises recomienda que ahorre tiempo al eliminar todas las actividades que dan sentido y calidad a su vida: el tiempo que pasa con su anciana madre, con su amiga discapacitada la señorita Daria, su vida social, sus lecturas, incluso su ensoñación. De repente su vida se ve orientada hacia el futuro, con consecuencias desastrosas. "El propósito de ahorrar tiempo para poder empezar otra clase de vida en algún momento del futuro se había clavado en su alma como un anzuelo…. Cada vez se volvía más nervioso e intranquilo, porque ocurría una cosa curiosa: de todo el tiempo que ahorraba, no le quedaba nunca nada. Desaparecía de modo misterioso y ya no estaba”
 
Muchos otros habitantes fueron afectados de manera similar “Es cierto que los ahorradores de tiempo iban mejor vestidos que los que vivían cerca del viejo anfiteatro. Ganaban más dinero y podían gastar más. Pero tenían caras desagradables, cansadas o amargadas y ojos antipáticos ... El que a uno le gustara su trabajo y lo hiciera con amor no importaba; al contrario, eso sólo entretenía (66-67) Nadie se daba cuenta de que, al ahorrar tiempo, en realidad ahorraba otra cosa. Nadie quería darse cuenta de que su vida se volvía cada vez más pobre, más monótona y más fría... Pero el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón. Y cuanto más ahorraba de esto la gente, menos tenía (68)

Salvatore el albañil, dice a Momo “Muchas veces bebo demasiado… Si no, no puedo soportarlo. Va contra la conciencia de un albañil honrado… Lo peor son las casas que hacemos. Eso no son casas, eso son... eso son... almacenes de gente. Se le revuelve a uno el estómago” Él lamenta la pérdida de satisfacción en el trabajo, pero no ve ninguna respuesta excepto soñar despierto sobre el futuro. "Antes era diferente, y me sentía orgulloso cuando hacíamos un trabajo bien hecho. Pero ahora... Algún día, cuando haya ganado bastante, dejaré mi trabajo y me dedicaré a otra cosa" (76-77).

El posadero Nino y su esposa Liliana también son víctimas de esta marcha acelerada, de esta forma comercializada de vida. Para aumentar sus ganancias, necesarias a causa de un aumento en el alquiler, Nino expulsa a un grupo de hombres pobres y ancianos, entre ellos el tío de su esposa. Liliana rechaza el valor del ahorro del tiempo: "Si ha de ser con crueldad, si ya empieza así, no. Entonces me iré cualquier día. Haz lo que quieras", e incluso Nino admite que la atmósfera en el mesón es “Extraña. Fría, ¿entiendes?" Así que decide resistir la presión del grupo y se disculpa, pasando brevemente de nuevo a la vieja vida, más simple, donde las personas son más valoradas que las ganancias (79). Sin embargo, él también finalmente sucumbe. Cuando Momo vuelve un año más tarde se entera de que su pequeña taberna se ha convertido en un restaurante de autoservicio rápido donde cada cliente “llevaba bandejas con platos y botellas e intentaba conseguir un sitio en una de las mesitas. Detrás de los que estaban en las mesas y comían a toda prisa ya había otros que esperaban su sitio” (173).

Ende también se dirige a los juguetes modernos y el consumismo excesivo de los adultos, lo que resulta en la desintegración familiar y la creciente incapacidad de los niños para usar su imaginación. Después de que los hombres grises comienzan a cambiar la sociedad, "la mayoría de esos niños [los recién llegados] simplemente no sabían jugar”, porque "los niños trajeron toda clase de juguetes con los que no se podía jugar de verdad, como, por ejemplo, un tanque de mando a distancia” y así sucesivamente. "Está claro que eran juguetes muy caros, como nunca los habían tenido los amigos de Momo, y no digamos la propia Momo”, pero no dejan nada a la imaginación y también son insatisfactorios, dejando a los niños que se "sentaban durante horas y miraban atentos y, al mismo tiempo aburridos " (70-71). 

La vida familiar se deteriora rápidamente: una niña va al cine todos los días porque es más barato que tener una niñera; un niño tiene once discos de cuentos porque su madre está fuera todo el día y su padre está demasiado cansado para contarle historias; Paolo sostiene que los adultos reparten dinero “para librarse de nosotros”, y todos ellos con tristeza admiten que se sienten abandonados (73).

Expertos en el consumismo, los hombres grises tientan a Momo con Lola Living Doll, un juguete tipo Barbie que cuenta con un armario interminable de ropa, accesorios e incluso amigos coleccionables, el juguete perfecto para enseñar a los niños la lección económica más importante que es “siempre hay algo más que desear "(85) Según su tentador, "Lo único que importa en la vida… es llegar a ser alguien, llegar a tener algo. Quien llega más lejos, quien tiene más que los demás recibe lo demás por añadidura: la amistad, el amor, el honor, etcétera” (87).

Debido a la importancia de la capacidad creativa e imaginativa de los niños que viven tan plenamente en el presente, los hombres grises creen que "nadie resulta tan peligroso para nuestro trabajo como los niños que son 'nuestros enemigos naturales'. Si no existieran, hace tiempo que la Humanidad estaría en nuestras manos. Los niños son mucho más difíciles de empujar al ahorro de tiempo que todos los demás hombres."(106-107). Pronto se persuade a los adultos a legislar el tiempo libre e impedir el soñar despierto tan normal en los niños, con el argumento de que "los niños son el material humano del futuro”, los expertos y técnicos del mañana (167).

La cárcel para los niños es obligatoria, vista como depósitos de niños (¿centros de cuidado infantil y escuelas modernas?), en dónde únicamente pueden realizarse juegos controlados y autorizados,  útiles y educativos, de modo que los niños "olvidaron la capacidad de alegrarse, de entusiasmarse y de soñar.” A medida que el condicionamiento entra en vigor "los niños tuvieron la misma cara que los ahorradores de tiempo. Desencantados, aburridos y hostiles, hacían lo que se les exigía." (168). Cuando Momo, un año más tarde, se reúne con tres antiguos compañeros de juegos, los encuentra vestidos con uniformes grises y rostros extrañamente rígidos y sin vida, de  camino a clases para aprender los juegos que no son divertidos, pero sí "útiles para el futuro" (192-193).

Luego de que un agente de los hombres grises no logra sobornar a Momo, estos deciden atacar a los dos mejores amigos de Momo: Guido el narrador (convirtiéndolo en un personaje mediático de gran éxito) y Beppo el barrendero (al que envían a un hospital psiquiátrico). Las historias de Guido se convierten en un gran éxito y lo hacen rico y famoso, tiene tantos negocios que finalmente se encuentra totalmente controlado por sus secretarios y asesores. Desde la perspectiva de Ende -que rechaza "el tiempo es dinero" a favor de "el tiempo es vida"- su supuesto éxito se convierte sólo en ridículo.

Como barrendero, Beppo ha sido deliberadamente lento, incluso con una actitud zen, poniendo toda su atención en el momento presente. Debe barrer todo el día y nota  que no funciona el darse prisa: “Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida… Entonces es divertido; eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser” (36). En el antiguo Japón podría haber sido considerado como un maestro zen, pero en lugar de eso la mayoría piensa que "no está del todo bien de la cabeza", porque emplea todo el tiempo del mundo para responder a las preguntas que le realizan, ya que ha determinado no volver a decir nada falso (35). Cuando Beppo trata desesperadamente de escapar del hospital psiquiátrico, un hombre gris aparece con la mentira de que Momo ha sido secuestrada y le autoriza la salida bajo el acuerdo de que Beppo pagará el rescate de Momo, con cien mil horas de duro trabajo.

Mientras tanto Momo sigue a Casiopea la tortuga, hasta la residencia mágica del profesor Secundus Minutus Hora, que vive en Ninguna Parte en la Casa de Nunca Más, “sitio de donde proviene  todo el tiempo del mundo" (142). Él es el guardián del tiempo, pero no tiene poder para detener a los ladrones del tiempo porque "lo que los hombres hacen con su tiempo, tienen que decidirlo ellos mismos" (143). Es el enemigo jurado de los hombres grises y al único que temen más que a Momo. Cuando Momo le pregunta si él es la Muerte, sonríe y le dice que "si los hombres supiesen lo que es la muerte ya no le tendrían miedo. Y si ya no le tuvieran miedo, nadie podría robarles, nunca más, su tiempo de vida"(144). En el libro no se desarrolla esta conexión entre la muerte y el tiempo, pero vamos a volver a este tema más adelante, cuando se considere la perspectiva budista.

El profesor Hora le muestra a Momo el secreto del tiempo: las flores horarias. Momo tiene una experiencia mística (¿un satori?) al ver cómo un péndulo de tiempo se balancea hacia atrás y hacia delante a través de un lago donde crece una flor parecida a un lirio que se desvanece para dar paso a otra. Ella comienza a escuchar música y luego palabras: "el sol y la luna y todos los planetas y las estrellas que revelaban sus propios nombres, los verdaderos. Y en esos nombres estaba decidido lo que hacen y cómo colaboran todos para hacer nacer y marchitarse cada una de esas flores horarias" Ella se da cuenta con asombro de que "todo el mundo, hasta las más lejanas estrellas, estaba dirigido a ella como una sola cara de tamaño impensable que la miraba y le hablaba” (147). El profesor le dice que ella ha estado en las profundidades de su propio corazón, viendo su propio tiempo, porque "en cada hombre existe ese lugar, en el que acabas de estar. Pero sólo puede llegar a él quien se deja llevar por mí. Y no se puede ver con ojos corrientes” (148).

Entonces Momo se queda dormida durante un año y un día, pero cuando despierta todos sus amigos se han ido y la vida se ha transformado en una pesadilla de eficiencia y ahorro de tiempo.

El profesor Hora diseña un plan para ayudar a traer a sus amigos de vuelta. Puede detener el tiempo solo durante una hora dándole a Momo una flor especial, pero durante ese periodo ella debe encontrar el tesoro escondido de los hombres grises que es el sitio donde almacenan las flores horarias congeladas y liberarlas. Si no tiene éxito, los hombres grises envenenarán el aire alrededor de la Casa de Ninguna Parte con su humo de cigarro y harán que todos se enfermen de una enfermedad fatal llamada "tedio mortal".

La gente se torna cada vez más aburrida hasta que "un día, ya no se tiene ganas de hacer nada…Ya no hay ira ni entusiasmo, uno ya no puede alegrarse ni entristecerse, se olvida de reír y llorar.  Entonces se ha hecho el frío dentro de uno y ya no se puede querer a nadie… Se corre de un lado a otro con la cara vacía, gris, y se ha vuelto uno igual que los propios hombres grises. Se es uno de ellos"(215). Tómese en cuenta que Ende escribió esto mucho antes de su visita a Tokio y ya había observado los desplazamientos grises de gente asalariada atrapada en su tedio mortal. Esto sugiere que los hombres grises no son sólo un problema occidental u oriental, sino un problema moderno.

Cuando Momo tiene éxito y las flores horarias regresan "a su verdadero hogar en el corazón de los hombres" de repente " todo el mundo tenía tiempo de sobra." (234). 
 
Los niños jugaban en medio de la calle, y los automovilistas, que tenían que parar, los miraban sonriendo o se apeaban para jugar con ellos. Por todos lados había corrillos de personas que charlaban amigablemente y se informaban largamente sobre el estado de salud de los demás. Quien iba al trabajo tenía tiempo para admirar las flores de un balcón o dar de comer a los pájaros. Y los médicos tenían tiempo para dedicarse extensamente a sus enfermos. Los trabajadores tenían tiempo para trabajar con tranquilidad y amor por su trabajo, porque ya no importaba hacer el mayor número de cosas en el menor tiempo posible (235)

Los valores de cada persona y el sentido del tiempo vuelven a la normalidad ¿o no? ¿Todavía consideramos tal sentido del tiempo como algo normal y saludable?


Mercantilizando el Tiempo
"U-ji" (Ser-tiempo) significa que el tiempo es el ser. El tiempo es existencia, la existencia es tiempo...Todas las cosas existen en nosotros mismos. Cada cosa, cada ser en todo el universo es tiempo. (Dogen)
Como implica Momo, nuestro problema actual con el tiempo, no es tan diferente de nuestro problema con todo lo demás. Ese problema es la mercantilización, que tiende a convertir todo en recursos comercializables apreciados únicamente en función de su valor de cambio. Toda la tierra -nuestra madre y nuestra casa- continúa siendo mercantilizada de nuevas e ingeniosas maneras, incluyendo más recientemente, los códigos genéticos de las especies biológicas e incluso la tragicomedia de los derechos de comercio de las emisiones de carbono.

La aceleración en la globalización económica ha mercantilizado los recursos de la tierra, incluyendo la vida humana (el trabajo de parto como tiempo de trabajo), compra y vende según la oferta-demanda. Reconoce al tiempo en general como el más preciado "recurso" de todos, porque nunca podemos tener demasiado de él. Los hombres grises enseñan a los amigos de Momo que su tiempo es una mercancía que puede ser ahorrada e invertida.

Se creó la mercantilización del tiempo por medio del reloj. La hora marcada por el reloj se convirtió en el centro de la organización social, la vida se vio "centrada en el vaciamiento de tiempo (y espacio) y el desarrollo de un cálculo abstracto, divisible y universalmente medible de tiempo." La objetivación colectiva del tiempo-reloj significa que ahora todos vivimos de acuerdo a ella, porque la complejidad de nuestras interacciones sociales requieren un continuo para su coordinación, a pesar del hecho de que "nuestra forma mecánica de tiempo rediseñado ha dado lugar a una forma de conocerlo que está totalmente separado de la realidad. Hemos reducido el tiempo a número puro "(Aveni 135).

Aveni, un antropólogo que estudia los diferentes sistemas temporales, también se pregunta si "nuestra búsqueda de la hora exacta del día puede pasar a la historia como la mayor obsesión del siglo XX" (100), Antes de hacer nada Gulliver consulta su reloj; él lo llama su oráculo y los liliputienses concluyen, como es natural, que debe ser su Dios. Las sociedades tribales premodernas, que carecen de un punto de referencia para ejemplificar esta idea abstracta, no objetivan un tiempo, aparte de las actividades que tienen lugar “en" el mismo. El clásico estudio de Evans-Pritchard sobre los nuer de África central concluye más bien con nostalgia (103):

No creo que experimenten nunca la misma sensación de lucha contra el tiempo que nosotros, o de tener que coordinar sus actividades con un paso abstracto del tiempo, porque sus puntos de referencia son principalmente las propias actividades, que generalmente son de carácter pausado. Los eventos siguen un orden lógico, pero no están controlados por un sistema abstracto, ya que no hay puntos de referencia autónomos a los que las actividades deban ajustarse con precisión.

Según Edward Hall, para los indígenas Hopi el tiempo no tiene una realidad objetiva cuantificable, sólo existe en el eterno presente: "los Hopi no pueden decir que hace calor en verano, porque verano es la cualidad del calor, así como la manzana tiene la cualidad de rojo" (Levine 94).

Con la hora del reloj, se crea un tiempo objetivo independiente de la actividad a que se destine; un evento temporal, por otra parte, es una actividad determinada por el tiempo objetivo o no. A veces podemos notar la diferencia en la forma en que se crea la música: las notas siguen el tiempo determinado por la partitura, pero podemos estar tan absortos en la melodía misma que no notamos el tiempo que dura la partitura en su totalidad, porque la música lleva en sí misma su propio tiempo.

Esto sugiere que nuestro problema con el tiempo actualmente, se puede determinar con mayor precisión: es el dualismo que experimentamos entre un evento y su tiempo. Para el budismo Mahayana se trata de una ilusión fundamental que contribuye a nuestro dukkha "infelicidad". Dogen, el maestro japonés de zen quizás tiene algo más que decir acerca de este dualismo, él construye su concepto, mediante la reducción de un término al otro: dice que los objetos son el tiempo (los objetos tienen existencia propia porque son temporales) y, a la inversa, el tiempo es objeto (el tiempo se manifiesta como los procesos efímeros que llamamos objetos). "Existe un tiempo que llamamos flores de primavera (Hanami), pero las flores, a su vez expresan la época llamada Primavera. Esta no es la existencia en el tiempo. La existencia misma es el tiempo”

En su Shobogenzo, Dogen combina sujeto y predicado en el neologismo U-ji, que se traduce generalmente como "momento" o "ser-tiempo":  “significa que el tiempo es el ser. El tiempo es existencia, la existencia es tiempo...Todas las cosas existen en nosotros mismos. Cada cosa, cada ser en todo el universo es tiempo” No existe diferencia entre el Ser y el tiempo ya que, en este universo de no permanencia, ser es devenir.

El tiempo no está separado de ustedes, y como ustedes están presentes, el tiempo no desaparece. 
Mucha gente piensa, que el tiempo está pasando, sin darse cuenta de que se trata de un aspecto de lo que es no-pasando. No darse cuenta también es estar siendo. Ambos, realización e  ignorancia, están contenidos en U-ji, siendo tiempo. Si no lo comprendéis, nunca os desataréis verdaderamente. Es muy difícil tener una real comprensión de uno mismo, porque la autoconcepción cambia contínuamente y se descubre más y más sobre el Real Uno mismo. Si tienes completa comprensión, incluso de ideas, sobre la libertad de la iluminación o del grado de liberación, serán provisionales e ilusorias. U-ji no depende de ideas. El continuo de la existencia es el mundo entero actuando a través de sí mismo. La continuada existencia de la primavera, es primavera. (Dogen 76-80)

Al tratar el tiempo como una mercancía, se crea una ilusión que nos hace apresurarnos con el fin de tener más tiempo para un futuro -la trampa que tienden los ladrones del tiempo en Momo-. Entonces, la actitud mercantil de ahorrar tiempo la llevamos encima el resto de nuestras vidas, el tiempo se convierte en un recurso a ser utilizado y perdemos la capacidad de ser él. Somos nosotros quienes lo objetivamos.

Si la mercantilización del tiempo es un problema, ¿que nos motiva a hacerlo? ¿Por qué no distinguimos claramente entre lo que el tiempo-reloj (absoluto) y los acontecimientos que suceden en el tiempo?

Para Aveni, nuestra motivación más básica y el denominador común de nuestros esquemas temporales, es la búsqueda de orden, necesario para comprender el cosmos y el ser que lo habita."Temporalmente hablando, deseamos la capacidad de anticipar hacia dónde se dirigen las cosas, para así aliviar nuestra ansiedad por conocer lo que la naturaleza hará" (331). Damian Thompson habla de algo más que el deseo de orden, que él describe como nuestra "profunda necesidad humana de escapar del tiempo, que, en las sociedades más tempranas, por lo general se ve como el regreso a una época dorada" (325). El cristianismo puso fin a eso al encauzarnos hacia el final y no al principio de los tiempos. Sin embargo, la diferencia es menos importante que la necesidad de trascender el tiempo tal como lo conocemos, por su curso ineludible nos lleva al mismo destino final, de vuelta a lo que dijo el profesor Hora sobre el miedo humano a la muerte. Thompson resume su estudio del tiempo apocalíptico, al concluir que la comprensión humana del tiempo siempre está distorsionada por la muerte: "La creencia de que la humanidad ha llegado al momento crucial de su historia refleja una falta de voluntad para llegar a un acuerdo con la fugacidad de la vida humana y sus logros. Nuestro deseo de celebrar el paso del tiempo no logra ocultar un impulso aún más profundo de escapar de él" (332).
Rest not! Life is sweeping by;
Go and dare before you die
Something mighty and sublime,
Leave behind to conquer time. (Goethe)
¿A quién no le gustaría conquistar el tiempo? Porque el tiempo que lo conquista todo, ciertamente nos conquista a nosotros también. Goethe tenía un gran miedo a la muerte (¿mayor que el nuestro o simplemente más consciente?), pero alcanzó la inmortalidad simbólicamente gracias a su éxito literario. Sin embargo, lograr esto no tiene que ser tan dramático. El psicoanalista Neil Altman se pronunció en términos similares acerca de sus años como voluntario del Cuerpo de Paz en el sur de la India:

Me tomó un año desembarazarme de mis sentimientos, basado en mi cultura estadounidense, de que tenía que hacer que pasara algo. Siendo estadounidense y un estadounidense más o menos obsesivo, mi primera estrategia fue la de intentar sentirme seguro tratando de hacer cosas y de sentiré útil cumpliendo objetivos. Mi tiempo era algo que tenía que llenar con el avance hacia esa meta" (Levine 204-5).

Las culturas individualistas enfatizan el logro más que la afiliación. En términos psicoanalíticos, la presión que sentimos para lograr algo es una introyección de las intenciones que proyectamos hacia el mundo. Cuando el Yo carece de una esencia propia, según el budismo, comienza un proceso continuo de búsqueda perpetua y vana, para sentirse seguro y hacerse más real. Este Yo más individualizado y moderno, no es más que una ilusión insatisfactoria; dicha insatisfacción se debe a no alcanzar las metas planteadas. Dado que los objetivos que mi Yo se traza, no logran acarrear ninguna satisfacción, se plantean proyectos más y más ambiciosos.

Por desgracia, esta dinámica parece estar operando en la actualidad: nuestra preocupación moderna por el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico. Como se dio cuenta Max Weber, este proceso histórico se ha vuelto aún más obsesivo, porque no tiene ninguna meta en particular, excepto el "más y más ..." Ende comprendió esto y dijo en una charla en Japón en julio de 1985, publicada posteriormente en el Diario Asahi: "Mi preocupación más urgente es cómo lograr que los seres humanos se vean libres de la obsesión del crecimiento económico"

El tiempo objetivo para nosotros, se convierte en un alienador en sí mismo y se emplea con el fin de tratar de obtener algo de él –lo mayor posible-, también es por el tiempo que tomamos conciencia de nuestro propio final de vida. Es este sentido de separación del tiempo el que nos motiva a tratar de asegurar un sitio dentro del mismo (perpetuidad), sin embargo, según el budismo, la única solución satisfactoria es la realización esencialmente religiosa de comprender que no somos distintos de él. 

Como señala el profesor Hora, poco después de que Momo tiene su experiencia mística con las flores horarias: “Si los hombres supiesen lo que es la muerte ya no le tendrían miedo. Y si ya no le tuvieran miedo, nadie podría robarles, nunca más, su tiempo de vida" (144) 

Para Dogen, existe una interdependencia entre los objetos y el tiempo, si los objetos son irreales, también el tiempo objetivo es irreal -y por lo tanto existe un engaño implícito en el supuesto tiempo mercantil. Si sólo existiera el tiempo, entonces no podría existir realmente, porque no puede haber un contenedor (tiempo) sin un contenido (objetos). Ya que no existen objetos fuera del tiempo, entonces no tiene sentido hablar de cosas como ser joven o como el envejecimiento. Dogen aclara este punto usando la imagen de la leña y las cenizas:

El fuego de leña se hace cenizas; nunca podrá volver a ser leña otra vez. Sin embargo, no debemos pensar que las cenizas son el futuro y la leña es el pasado. Recordad: la leña permanece en su posición de leña en el Dharma [la expresión fenoménica] que incluye completamente el pasado y el futuro y es independiente del pasado y el futuro. Así como la leña no vuelve a ser leña después de ser ceniza, no se vuelve a nacer después de la muerte. Siendo así, es una forma establecida en el buddha-dharma negar que el nacimiento se convierte en muerte. En consecuencia, el nacimiento se entiende como no-nacimiento. Es por eso por lo que hablamos de no aparición, no devenir (Fu sho). Y es la enseñanza del Buda haciendo girar la rueda del Dharma decir que la muerte no se convierte en vida. Es por eso por lo que hablamos de no desaparición, no extinción (Fu metsu). La vida es una posición instantánea y la muerte es también una posición instantánea. Es idéntico por ejemplo a la relación entre el invierno y la primavera. No pensamos que el invierno se hace primavera y no decimos que la primavera se hace verano" (Dogen 70-1)

Debido a que nuestra vida y muerte, como la primavera y el verano, no son parte del tiempo, sino que son el tiempo, entonces no hay verdadero nacimiento ni muerte. Mejor dicho, el nacimiento y la muerte existen en cada momento, con la surgida y despedida de cada pensamiento y acto. Entonces no hay nada que acontece en el presente que deba cumplirse en el futuro, la primavera no es una anticipación del verano, es total y completa en sí misma.

¿Qué implicaciones tiene todo esto en nuestra necesidad de reducir la velocidad y vivenciar el tiempo de una manera diferente? Concluimos con una reflexión sobre esta cuestión.

Comprender el tiempo objetivo y mercantilizado, con un nuevo enfoque, como un juego: la vida lúdica. Porque en el juego no necesitamos ganar algo de manera forzosa; cuando no es necesario obtener algo del tiempo (y lugar), no lo  devaluamos contrastando el aquí-ahora con alguna otra posibilidad espacial (por ejemplo, el cielo) o temporal (el futuro, una edad dorada de la antigüedad). Entonces tendremos tiempo para participar en los juegos de los niños, para disfrutar de las flores, y hacer nuestro trabajo con mucha dedicación y cuidado.

Tales acontecimientos tomarían un aspecto más sacro, de forma que el tiempo mismo  -ya no objetivo-, sería algo que sí podría preservarse, siempre con una textura y un sabor particular. Serían momentos únicos, que podrían sobrevivir a nuestra muerte, entonces podríamos recuperar la conciencia de cómo el tiempo es esencialmente misterioso  -el misterio que Ende simboliza en el tiempo que duran las flores horarias del profesor Hora, eternamente florecientes y desvaneciéndose como un péndulo oscilando eternamente, hacia atrás y adelante, atrás y adelante...



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Bibliografía

Aveni, Anthony. (1995) Empires of Time, New York: Kodansha.
Ende, Michael. (1984) Momo, trans. J. Maxwell Brownjohn, London: Puffin.
Evans-Pritchard, E. E. (1969) The Nuer, New York: Oxford University Press.
Levine, Robert. (1997) A Geography of Time, New York: Basic Books.
Mori, Yoko. (2001) "Michael Ende Biography," trans. Miguel Yasuyuki HIROTA, at <http://www.geocities.com/Athens/Academy/2432/uk.michael.html>
Reiho, Masunaga. (1958) The Soto Approach to Zen, Tokyo: Layman Buddhist Society Press.
Robinson, Joe. (September-October 2000) "Four Weeks Vacation", Utne Reader.
Schor, Juliet. (1992) The Overworked American, New York: Basic Books.
Thompson, Damian. (1996) The End of Time, London: Minerva.
Welch, Dan and Tanahashi, Kazuaki. (1985) Moon in a Dewdrop: Writings of Zen Master Dogen, San Francisco: North Point Press.

viernes, 20 de junio de 2014

Diccionario de Leyendas de Fantasia

A continuación se presentan en orden alfabético los personajes más importantes y los principales lugares de la geografía de El rey de los bufones [Rb] de Tanja Kinkel y La biblioteca secreta [Bs] de Ralf Isau.
Que sirva a modo de guía.

Aife: madre de Kunla, el mejor amigo de Res. 
[Rb]

Alfabetagamma: taladralibros con un puntiagudo gorro amarillo que cubría sus negros cabellos en forma de cono; parecía un lápiz dotado de brazos y piernas. Traje verde brillante y pequeños ojos negros. 
[Bs]

Alrund: miembro azafranio del Sindicato de Asesinos. 
[Rb]

Amarganz: ciudad de plata, se encuentra construida sobre barcas de plata en un lago de aguas casi violetas; rodeado por colinas boscosas. 
[Bs]


Anansi: ciudad de Fantasía atacada por la Nada. 
[Rb]

Annahag: volcán que alberga la Biblioteca de Alejandría. 
[Bs]

Ansalon: ciudad que flotaba por debajo de la superficie del agua, formada por inmensas caracolas pegadas entre si e impermeabilizadas con perlas, un único hueco de madreperla conduce a la superficie, a través del cual circulan los habitantes montados en ballenas pues es imposible navegar en barco debido a la sal del mar de Ansalon muy corrosiva. 
[Rb]

Antigua Casa de la Cofradía: construida con caracoles en principio, después derribada y vuelta a construir con materiales provenientes de todos los rincones de Fantasía, con empalizadas negras y doradas originarias del reino de los herreros de Bibla; rejas color marrón pálido del pueblo de la Pradera. 
[Rb]

Arachnion: edificio en el que se conservan los tapices mas bellos y antiguos de las tejedoras de Siridom, construido con caracoles y con múltiples habitaciones, sus ventanas se encuentran cubiertas con velos para mantener la oscuridad y no dañar los tapices. 
[Rb]

Arañas efímeras tibelénicas: son mencionadas como habitantes de Fantasia, pero no se sabe más nada de ellas. 
[Bs]

Árgax: monito vigía de la Ciudad de los Antiguos Emperadores. 
[Rb]

Asudem: mujer gorda que en lugar de cabellos tiene plantas trepadoras, sus ojos verdes convierten en plantas a todas las criaturas vivas. 
[Bs]    


Bertram: conservador de los recuerdos de Ansalon. 
[Rb]

Biblioteca de Fantasia: un marino encontró un huevo de piedra roto y hueco cuyo interior estaba revestido de cristales brillantes y albergaba una tablilla de piedra con una poesía titulada La inocencia perdida, llamada desde entonces la geoda del conocimiento, de ahí surgió la biblioteca y esa isla del mar de los sueños se convirtió en un mundo sin limites. 
[Bs]

Bosque del olvido: quien se pierde en él, nunca encuentra la salida porque lo olvida todo llamado Amneme por los raizones. 
[Bs]

Bosque de piedra: sitio en donde todo lo que alberga ha quedado inmovilizado. 
[Bs]

Bosque invertido: lugar donde las raíces de los árboles apuntan hacia arriba. 
[Bs]

Bu: fantasma que toma las sombras de Res, Yen y el gato para que estos puedan cruzar el País de las Sombras. 
[Rb]

Burloespía: pequeño ladrón de barba crecida, un parche en el ojo y voz afónica. 
[Bs] 


Caíron: famoso y legendario maestro del arte médico. Es un centauro del Sur del Reino; en cuanto a a la parte humana es  negro de pelo y barba blancos y rizados; en cuanto a la parte de caballo es listado como una cebra. Lleva un sombrero de juncos trenzados. 
[Bs]

Cambiajo: parece un niño de tres o cuatro años deforme y desnudo, ojos extraordinariamente grandes, violeta luminosos, y rostro de anciano con expresión malvada, es capaz de tomar cualquier forma. 
[Bs]

Camuflagio: ladrón mencionada como habitante de Fantasia. 
[Bs]

Casa de Hallúzina: casa con un confortable estilo campirano, suelo de ladrillos rojos muy limpios, paredes encaladas y decorada con flores secas, trillos, cuadros de semillas y otros utensilios de la vida campesina. Troncos de árboles descortezados sirven como vigas para sostener el techo. 
[Bs]

Casa de las expectativas: tiene un vestíbulo resplandeciente y circular situado en una plaza de piedra volcánica negra; tres galerías abiertas conducen a los edificios vecinos, uno de ladrillos rojos, otro de azules y otro de verdes. Pórtico de columnas interminables y tejado puntiagudo con un cartel "aqui obtienes lo que quieres" y escalones mas arriba: "hazme tener expectativas". 
[Bs]

Castillo de Horok:  también llamado la Mano Vidente, un castillo en forma de Mano con múltiples ventanas y resguardado por innumerables guardias de armadura negra. 
[Bs]

Castillo de las Nubes: ciudad que flota por los aires de Fantasia, nuca se sabe por donde flota, está constituida por casitas de todos los colores como alabastro sobre una nube alargada y una fortaleza con todo y castillo. 
[Bs]

Circular: río que eternamente fluye en circulo. 
[Bs]

Ciudad de Brousch: lugar donde viven las criaturas de fuego. Sus calles están en llamas. 
[Rb]

Ciudad de los Antiguos Emperadores: se encuentra en el fondo de un cráter plano y no se pueden reconocer las calles de las plazas, todo está revuelto y al revés: escaleras de cabeza, balcones en el suelo, etc. Una ciudad de locos. 
[Rb]

Cocodrilo de los pantanos doblemente grande: una criatura muy rara mencionada como habitante de Fantasia, pero no se sabe más nada de ella. 
[Bs]

Cofradía de mercaderes: los mercaderes son los encargados de organizar las caravanas que transportan los tejidos de Siridom a los diferentes reinos de Fantasía. 
[Rb]

Cúmulo IL: rey de los aéreos, pequeño ser con abrigo rojo escarlata muy largo y rostro fulgurante con destellos metálicos en todos los colores señal inconfundible de su ascendiente aristocrático. 
[Bs]


Dazumal: la feriante, mujer conocida de Krin. 
[Rb]

Desideria: la Sabia, famosa persona que pertenecio a los Antiguos Emperadores. 
[Rb]

Dragones de la tinta: no mayores que una palabra, cuando se sienten amenazados expulsan un picante liquido de color azul cielo que se evapora en el aire y los tiñe momentaneamente volviendolos casi invisibles, pasado el peligro el color se disuelve. 
[Bs]


Ediyax: reflejo de Xayide que pelea con Karl Konrad Koreander en la Torre negra de marfil. 
[Bs]

Elster: gigante de aspecto humano pero cubierto de plumas negras, salvo la cara blanca, nariz ganchuda y ojos amarillo pálido, grandes como un búho, que intenta engañar a Karl Konrad Koreander. 
[Bs]

Emperatriz Infantil: también llamada, La de los Ojos dorados, La Señora de los Deseos. Es el corazón de Fantasía, por medio de ella existen todas las criaturas, sin ella todos morirían. Es la más antigua de las criaturas y sin embargo tiene un aspecto juvenil; no tiene edad y está en todas las cosas. Cuenta con siete poderes. [Rb]. Porta un amplio vestido sedoso, sus pequeños pies van descalzos y es de una belleza sobrenatural. Karl Konrad Koreander la llama Niña Sabia. 
[Bs]

Engañifo: mencionado como habitante de Fantasia, pero no se sabe más nada de él. 
[Bs]

Esan: enano, miembro del Sindicato de Asesinos. 
[Rb]


Frigón: guardián del Nox parecido a un blanquísimo gato sentado dormitando, pero gigantesco, el doble de grande que un león, no tiene ojos y su larga cola está rematada por cabezas de serpientes, ciegas también. [Bs]


Galatía: guardiana del Nox parecida a una blanquísima gata sentada dormitando, pero gigantesca, el doble de grande que un león, no tiene ojos y su larga cola está rematada por cabezas de serpientes, ciegas también. Es más pequeña y menos corpulenta que su compañero Frigón. 
[Bs]

Gárgolas Longuíneas: gárgolas que guardan las sombras y trabajan para el fantasma Bu. Sus nombre son Hui, Pfui e Iiiih. 
[Rb]

Gato: su nombre real es Ron-ron, compañero de viaje de Res desde que sale de Siridom, en realidad es un peregrino. 
[Rb]

Gerjo: mujer azafrania que indica el camino a Res para que pueda llegar a Kading. 
[Rb]

Gigantes de los vientos: siempre están peleando por ver quien es el mas fuerte y por tanto debe reinar sobre los otros. Son los vientos del norte, sur, este y oeste. Estos gigantes solo son rostros puesto que su cuerpos son muy cambiantes y  múltiples. 
[Rb]

Gmork: en su forma humana, es un hombre muy alto de hombros anchos, ojos verde amarillosos fulgurantes y su nombre es Gustav Mork, voz profunda y tranquila aunque rechinante e impasible. Lleva un raído traje gris, su rostro no tiene edad; menton ancho, barbilla puntiaguda, nariz larga y cabello gris. En Fantasia es un lobo llegado hace mucho tiempo de otro mundo, muy astuto y malvado, un peregrino, alguien que puede pasar de un mundo a otro. 
[Bs]

Gogam: el de las cinco caras, las fronteras entre los mundos no lo detienen, cada uno de sus cinco rostros posee un nombre propio: mentira, odio, ira, disputa y codicia. Mentira es el portavoz. También denominado Los Indecibles, casi nadie reconocería haber sido seducidos por Los Indecibles o haber sido su victima, lo que le permite cometer sus excesos con libertad casi absoluta. 
[Bs]

Golems: criaturas de arcilla, mudas y tremendamente fuertes, únicamente sujetos a la vida por las letras que los orfebres de palabras les graban en la frente. 
[Rb]

Guin: vendedora de sombreros de Sto-Vo-Kor, población de Haruspex. 
[Rb]

Gusano del terror: habitante del País de las Sombras que se aferra a la victima y le mantiene en un estado de terror permanente 
[Rb]


Halbert: enano líder del Sindicato de Asesinos de Kading. 
[Rb]

Hallúzina: mujer de cabello blanco bien peinado y rostro encantador, vestido limpio color gris,  vive en la Casa de las Expectativas y posee un gato llamado Mauzi 
[Bs]

Harribald Winding: notario encargado de los asuntos de Tadeo Tillmann Trutz. Abundantes cabellos castaños y postura erguida, barriga abultada disimulada bajo un traje azul oscuro. 
[Bs]

Haruspex: lugar muy rocoso con casa redondeadas y cada una rodeada de una pequeña valla; sus habitantes son emplumados de brazos largos. 
[Rb]

Hazenfratz: señorita secretaria del Dr Winding, luego que la señorita Schmitz muriera. 
[Bs]

Heide Holle: esposa de Horst Holle. 
[Bs]

Hermetidos: guardianes de las puertas de acceso a Fantasia, siendo invisibles solo se manifiestan con un centelleo o una alucinacion; no diferencian bien de mal, ni tienen gran alcance en el mundo exterior. 
[Bs]

Horst Holle:  vecino del señor Tadeo Tillmann Trutz, hombre corpulento de mediana edad, pelo muy corto y cuello de toro. 
[Bs]

Jambas: guardianas de las puertas de Siridom que pueden hablar. 
[Rb]

Jardín encantado de los Asudem: jardín que parece infinito, lleno de setos, flores y senderos perfectamente trazados con mucho esmero. 
[Bs]


Kading: ciudad con un hechizo temporal, por el cual la ciudad no vive la misma época que los demás habitantes de Fantasía; sus edificios son de cristal blanco en forma de pirámide que reflejaban la luz suave del sol, cubiertas de plantas verdes, azules y rojas. 
[Rb]

Kadingenses: habitantes de Kading, sus extremidades inferiores son alas transparentes que no dejan de aletear, su tronco es plateado y grácil, sus brazos largos, dedos delgados y una cabeza rodeada de elegantes rizos que emiten un suave tintineo. 
[Rb]

Karl Konrad Koreander: alto y robusto, lleva un viejo abrigo de tweed, gafas doradas y zapatos viejos, su cabello rubio ceniza comienza a escasear a sus 24 años. No ha terminado la Universidad, tiene  poca autoestima y mínimo valor pero es un gran amante de los libros y se le encomienda la misión de salvar La biblioteca de Fantasia. 
[Bs]

Karzim: desierto flotante, dunas y oasis cubiertos de nieve, congelados. 
[Bs]

Krin: madre de Res, su cabello es color púrpura. 
[Rb]

Kunla: el mejor amigo de Res, de cabello verde e hijo del jefe de la Cofradía de Mercaderes. 
[Rb]


Lavan: azafranio hijo de Gerjo. 
[Rb]

Lector: gnomo librero de gran tamaño como un gorila azul sin cuello, viste un taparrabos dorado y no es muy inteligente, vigilante de La Biblioteca de Fantasia, parece un gran plumero y tiene un corazón muy blando. 
[Bs]

Leoneses: tribu de la Arena, no tienen un aspecto definido, por cortesía adoptan los rasgos del ser que tienen enfrente, están hechos de arena y agua de oasis, su piel es amarilla oscura. 
[Rb]

Lesterfeld: uno de los miembros mas ancianos de la Cofradía de mercaderes, siempre dispuesto a contar historias de sus viajes a los pequeños. 
[Rb]

Librería de Tadeo Tillmann Trutz: el mobiliario consiste en una lampara vieja, laminas de madera desgastada y crujiente; algunas alfombras de tipo oriental, un sillón de orejas viejo, una antigua caja registradora. Un estrecho tubo en que los estantes de madera llegan al techo. Al fondo se encuentran muchos libros luminosos. 
[Bs]

Li-Mu-Bai: antiguo sabio quien conoció las hazañas de Yen. 
[Rb]

Linus: yinni miembro del Sindicato de Asesinos, ayuda a Res y los demás a salir de Kading, también  encuentra a Bastián Baltazar Bux y le hace llegar el tapiz de Res. 
[Rb]

Llamas del Tiempo: se encuentran en la Ciudad de Brousch y son de color azul, su fuego no quema y es la entrada a Kading. 
[Rb]

Lo: acompañante de Guin. 
[Rb]


Mar de los sueños: mar color rosa. 
[Bs]

Mar de sangre: mar cuyas aguas son de color rojo sangre con criaturas extrañas. 
[Bs]

Marie: difunta esposa de Tadeo Tillmann Trutz, bondadosa, paciente y solicita. 
[Bs]

Mentirosos: criaturas redondas y velludas de color marrón que no dejan de dar volteretas, consumen zumo de bayas del corazón, consejeros de la Soberana de Kading, todo lo que dice un Mentiroso es mentira y obra en consecuencia. 
[Rb]

Mojón: promontorio de tierra, localizado en la Calle principal de Siridom, los viajeros deben darle aceite. [Rb]

Montañas de Cristal: este cristal es una de las sustancias mas duras de Fantasía, las Montañas forman un circulo protector alrededor de la llanura de Kenfra. El sonido del aire al romperse en las Montañas produce un silbido muy fuerte y el sol reflejado en ellas calcina cualquier cosa que atraviesa por ahí. 
[Rb]

Montaña Errante: compuesta de picachos azul luminosos. A la mitad de estos hay una casa en forma de huevo, rodeada de agujas azules; con una abertura circular a amanera de entrada, por la cual cuelga una escala compuesta de letras. Dentro existe  una caverna y en el centro de esta, una fuente rodeada por un par de serpientes. 
[Rb]

Montaña irresoluta: montón de escombros, también llamada Escombros de las Dudas, ahí se reúnen todas las dudas que hacen fracasar cualquiera de las ideas del mundo exterior. 
[Bs]

Montañas rugientes: macizo brillante como metal oscuro, cimas abruptas como garras y un sonido aterrador que retumba como trueno, amenazador como el gruñido de una bestia apunto de atacar, laderas muy lisas.
[Bs]

Muninn: cuervo del recuerdo, siempre va posado en el hombro de Wotan. 
[Rb]


Noktunia: región eternamente nocturna habitada por chusma patibularia como noctulvios, oscurantes, trolls negros, fantasianos grises y cambiajos. Es también llamada La ciudad de los ladrones o Kleptonia, ciudad noche. 
[Bs]

Nox: piedra negra con forma y tamaño de una mano ahuecada, todo lo que la rodea se convierte en hielo y absorbe la oscuridad como una esponja dejando una luz cálida y clara. Su contraparte es el Lux. 
[Bs]

Numfar: Lohani dueño de una posada. 
[Rb]


Olaf: ballena conducida por Timotheus. 
[Rb]

Orfebres de palabras: seres delicados aproximadamente de la estatura de los enanos pero no acostumbrados a trabajar metales, pronuncian las palabras que crean a los golem de arcilla y les infunden vida. 
[Rb]


Padong: abrebrechas de la Montaña Desmoronada, una especie de bola con brazos y piernas cortos y cara perfectamente encajada en el cuerpo redondo. 
[Bs]

País de las Sombras: lugar a cuya entrada existe un montón de barracas, habitadas por diferentes seres expertos en quitarle la sombra a los viajeros, pues no se puede entrar con ésta al país, que es color negro y gris en todos sus matices. 
[Rb]

Palacio de cristal: galería de Cúmulo IL con ventanas y repisas de hálito de elfo parecido al cristal, lleno de imaginerías, cosas fugaces. 
[Bs]

Palali: país vecino de Sefirot en donde Res descubre la misión del gato. 
[Rb]

Pallas: antigua y muy afamada tejedora de Siridom, es la encargada del custodio de los tapices mas antiguos y hermosos del Arachnion, sus ojos son lechosos, sus cabellos blancos, no mayor de estatura que Res. Es un ser de las sombras, de piel suave y muy blanca. 
[Rb]

Panal de espejos: habitación hexagonal que muestra diversas facetas de quien se contempla. 
[Bs]

Pantano de la tristeza: capaz de despojar de toda alegría. 
[Bs]

Pendiente de Pizarra: inmensa planicie inclinada que limita con las montañas muertas, de color gris negruzco y pulida como un espejo; cualquiera que intente llegar hasta la Torre Negra de Marfil acaba por deslizarse hacia abajo y caer en el Precipicio Profundo del que nadie ha salido jamás. 
[Bs]


Quassinja: contiene una exposición permanente de obras olvidadas; se encuentra en el exterior de Fantasia, pero quizás también en medio de ésta, ahí aun viven los recuerdos perdidos. 
[Bs]


Recorregrutas: o Lohani, seres escamados y veloces como lagartijas, con cuatro patas y cuatro manos, viven para la conversación. 
[Rb]

Res: candidata a tejedora de Siridom, que sale en busca del Emperador Perdido para salvar Fantasía, su cabello es de color castaño, muy largo y debe cortarlo para tejer un tapiz. 
[Rb]

Revolotin: verdinote de unos tres metros de altura, estrecho uniforme del que solo sobresale la cabeza calva parecida a la de una rana; viaja en un cigüeña mensajera blanca como la nieve y grande como un cachalote, procedente de la corte de la Emperatriz Infantil. 
[Bs]

Schapper: trompalarga de Lesenia, carterista que utiliza su larga nariz como herramienta y se la enrolla alrededor del cuerpo, guarecida en un tubo tejido de rayas rojas y blancas de un metro de largo. 
[Bs]

Schiri: hermana mayor de Kunla. 
[Rb]

Schmitz: secretaria del Dr. Winding, señorita de cincuenta y pico de años muy elegante. 
[Bs]

Sefirot: país de los Golem, en donde hay pocos edificios e  innumerables ríos, pero escasez de plantas. 
[Rb]

Siridom: país de las tejedoras, quienes gozan de gran prestigio en Fantasía con sus tapices, cortinas, alfombras y trajes, considerados los mas bellos de Fantasía. 
[Rb]

So: acompañante de Guin. 
[Rb]

Sto-Vo-Kor: poblado de Haruspex, en donde Res salva a Yen. 
[Rb]


Taberna de los Asesinos:  lugar en que se reúnen todos los seres que no son de Kading, son considerados asesinos por el hechizo de las Llamas del Tiempo que deben superar al entrar en Kading. 
[Rb]

Tadeo Tillmann Trutz: anciano de cabellos blancos como la nieve, bastante despeinado. En la mano derecha sostenía un bastón negro con empuñadura de plata y en la otra una pipa de espuma de mar. No media mas de 1.60 y vestía un traje de lana azul oscuro con botones de cuero; camisa blanca y chaleco de seda de colores vistosos, así como un monóculo de plata. 
[Bs]

Tantlin: mujercita salvaje miembro del Sindicato de Asesinos. 
[Rb]

Tetera del Descanso Sombreado: una de las barracas en donde Res y compañía entran a descansar y tomar algo, ahí encuentran a Wotan que les aclara un poco las cosas. 
[Rb]

¡Tevasaenterar!: aéreo, jefe de protocolo color verde cardenillo y alas cortas. 
[Bs]

Tierra de los Lohani: país colindante con la ciudad de Brousch, se compone de una colección de túneles, grutas y pasadizos situados bajo unas colinas ligeramente onduladas. 
[Rb]

Timotheus: conductor de ballenas de Ansalon, bajo las ordenes de Su Majestad Proteo el Vigésimocuarto. [Rb]

Torre de Marfil: corazón de Fantasía y residencia de la Emperatriz Infantil, tan grande como una ciudad y de lejos parece un alto picacho, puntiagudo y retorcido sobre si mismo. Se compone de innumerables torres, torreones, cúpulas, arcos, escaleras que se entrecruzan y enlazaban. Es de marfil puro y blanco y allí vive la corte: tesoreros, sirvientes, astrólogos, sabios, magos, alquimistas. 
[Rb]

Torre Negra de Marfil: redonda con la base ancha y la punta estrecha y negra, un camino sinuoso recorre la pendiente de pizarra de la cual surge la torre y llega hasta la punta. Esta rodeada por un aura delgada y resplandeciente como si alguien hubiera perfilado su contorno, todo parece viejo y recubierto por una costra espesa. 
[Bs]

To-Ti-La: ciudad de los primeros pobladores y fundadores de la aldea de Sto-Vo-Kor en Haruspex, fue destruida por la Nada. 
[Rb]

Tritón: uno de los habitantes de las barracas del País de las Sombras que les da a Res y Yen una poción para curarse de los estragos causados por el gusano del terror. 
[Rb]

Troll de la niebla: parecido a un enano con la piel azul pálido, orejas puntiagudas y ojos de serpiente. 
[Bs]


Vladimir: vampiro amigo de Bu
[Rb]

Wotan: hombre robusto y tuerto con un sombrero que le cubre la frente, cabellos grises mezclados con mechas rojizas; el ojo existente es de un frío color plateado y la barba mas que roja, gris pero bastante corta. Lleva un cuervo posado en su hombro
[Rb]

Yen-Tao-tzu: habitante de la ciudad de Lo-Yang, miembro de la Liga de Poetas del Puente sobre el Mar, Primer alquimista de Lo-Yang y creador de la pólvora. En Haruspex había sido capturado y pronto a sacrificar pero es salvado por Res. Uno de los Antiguos Emperadores
[Rb]

Xayide: gran hechicera y seductora hermana de la Emperatriz Infantil
[Bs]



Creación del mundo por la música

Texto: Joachim Ernst Berendt, La creencia de que el mundo fue creado a través de la música en los mitos y leyendas populares en Temakel.
Imagen: Ilene Meyer



En este sitio de Temakel buscamos recuperar la dimensión poderosa, trascendente, sagrada, de la música. Por eso, en este caso, lo haremos a través de Joachim Ernst Berendt, músico, crítico de jazz, vasto conocedor de las tradiciones musicales en las diversas culturas. Autor de la famosa obra Nada Brahma, Berendt pregona el retorno al hombre oyente, a aquel que, de manera viva, activa, puede escuchar entre las vibraciones musicales los ecos de un poder divino, creador. Esa potencia de lo sonoro, de lo musical, es la que empezamos a recordar a través de la indagación de Berendt que comienza por recordarnos a un antiguo poeta persa: 

"Hafiz, uno de los grandes poetas de la antigua Persia, cuenta la leyenda siguiente: “Dios hizo una estatua de barro. Moldeó el barro a su semejanza. Quería insuflar alma a esta estatua. Pero el alma no se dejaba atrapar. Pues reside en su naturaleza el deseo de ser volátil y libre. No quiere estar limitada ni atada. El cuerpo es una prisión, y el alma no quiere entrar en esa prisión. Entonces Dios pidió a sus ángeles que tocaran música. Y al tocar los ángeles, el alma se sintió extasiada. Quería experimentar la música de un modo más directo y claro, y por eso entró al cuerpo. Hafiz dice así: “La gente dice que el alma, al escuchar esta canción, entró al cuerpo. Pero en realidad el alma misma es la canción". 


"Esta es -según el sufi  Hasrat Inayat Jan- una leyenda maravillosa. Pero resulta aún más maravilloso lo que significa. Pues ella nos explica dos leyes. Una de ellas reside en que el alma es libre por naturaleza y la tragedia de la vida es la presencia de esa libertad. La otra significación de la antigua leyenda persa radica en que la única razón por la cual el alma penetró en el cuerpo de barro y materia muerta fue, precisamente, porque quería experimentar la música de la vida”. Siempre descubrimos una cosa: el lenguaje  ¨sabe¨ más que los que lo hablan. Las dos primeras oraciones de la leyenda del sabio poeta Hafiz dicen así:  
Dios hizo una estatua de barro.

Moldeó el barro a su semejanza.  
Aquí volvemos a encontrar la palabra ¨Ton¨ (tono, barro) en sus múltiples acepciones. El alfarero moldea el barro (Ton) y surge una estatua. El músico moldea el tono (Ton) y surge la música. Dios moldea el tono o el barro (Ton) y surge el mundo. En cada caso es el “Ton” la materia primitiva, el componente primitivo de lo que llamamos creación: tensión primitiva. De nuevo: el griego tovos, que significa también: tensión. En un principio fue el tono. El tono como logos. Ya hemos hablado sobre ello: El ¨hágase¨ de Dios al principio de la historia judeo-cristiana de la creación fue una vez, en primera instancia, tono y sonido. Los sufis, los místicos del Islam, saben que Dios creó al mundo a partir del sonido. Sagas y mitos, leyendas y cuentos donde el mundo se inició como sonido existen en muchos pueblos de la Tierra.

En Egipto era el “Sol cantante”, quien creó al mundo por medio de su ¨grito de luz¨. En un antiguo texto egipcio dice que fue ¨la lengua del creador¨ la que dio vida a “todos los dioses y a todo lo que existe. . . Atum y todo lo divino se automanifiestan en el pensamiento del corazón y en el sonido de la lengua. Resulta concluyente el hecho de que en la escritura jeroglífica egipcia el signo de “lengua” signifique también palabra”. La lengua es la que forma el sonido que, a su vez, porta la palabra.  Según otra tradición egipcia, fue Thot, el Dios de la Palabra y la escritura, de la Danza y de la Música, quien creó el mundo por medio de su  ¨risueña palabra¨, repetida siete veces¨. (1)

Ya iniciamos el regreso hacia los poderes sagrados de la música. Ahora, Berendt nos ampliará su investigación hacia el lugar de la música en algunas creencias religiosas africanas e hindúes, e incluso en el Timeo de Platón: 

"En casi todos los pueblos del mundo, la música y lo divino se hallan en estrecha relación. Muchas ragas (las escalas de la música india) poseen un sentido religioso; algunos están referidos exactamente a determinados dioses y sus reencarnaciones. De modo similar ocurre con los ritmos de la mayoría de las culturas africanas como la de los yorubas de Africa Occidental, cuyos rituales siguen vigentes en los cultos de la rnacumba y el candomblé, difundidos en Brasil. Su música se ha convertido en la base de los ritmos del carnaval y del samba brasileños. Todavía hoy muchos bateristas y percusionistas brasileños saben cuáles ritmos ¨pertenecen¨ a qué ¨Dios¨. Ellos emplean esta expresión: el ritmo ¨pertenece¨ al dios. A mediados de los años sesenta, cuando hice algunas grabaciones con los percusionistas brasileños Rubens y Georghingho, de pronto empezaron los dos, cada uno con un ritmo diferente, a invocar el timbre del dios que querían conjurar con cada ritmo en partícular. Primero fue Changó. el gran dios del Trueno y la Guerra, el Wodan del cielo yoruba; después Nana, la diosa del Amor (cuyo nombre fue pronunciado con particular delicadeza por Georghingho); a continuación, Ochún, el dios de las Hierbas y el Bosque, y finalmente, Omulu, el dios de los Enfermos. Me asusté por la intensidad con que lo hicieron. 

"En la India, Prayapati, el dios vedista de la Creación, es él mismo himno y canción. ¨Los ritmos -según se dice- son sus miembros¨, es decir, son los miembros del dios que ha creado el mundo. Los primeros sacrificios y los primeros dioses fueron metros, y hasta los siete patriarcas de la humanidad fueron ritmos. En los Upanishads de Aritreya, los ritmos son comparados con caballos: Así como se viaja sobre la Tierra con caballos y bueyes para llegar a una meta, de igual modo se necesitan ritmos y métrica para alcanzar los confines celestiales. Acerca del dios Brahma se dice: ¨Meditó cien mil años, y el resultado de su meditación fue la creación del sonido y la musica.¨ Por tanto, el primer acto creativo fue la creación del sonido. Todo lo demás ocurrió a continuacion y gracias a él. 

En el Timeo, el famoso diálogo de Platón, se dice que el creador del mundo compuso el alma universal -lo que en Platón significa la idea del cosmos- de acuerdo a proporciones y series numéricas musicales. Y Orfeo, el bardo divino que era también dios, pudo incluso, con su música, vaciar en moldes la materia informe (y el molde, la forma, significa para los griegos la belleza conformada). 

En la imaginación de muchos pueblos de la Tierra fue Dios, o varios dioses, los que crearon originalmente la música, que de un modo u otro dieron a conocer al hombre, generalmente a través de un intermediario particularmente agraciado. Para la tribu africana de los ibuzos, en Nigeria, este intermediario fue un cantor llamado Orgardié. Una vez se había perdido en el bosque y escuchó los sonidos de la música de los espíritus y dioses de los árboles de la selva. Hacían música con los gajos y las ramas, con los troncos, con cañas y hierbas, con la fronda y las lianas. Orgardié se escondió para escuchar; trató de no olvidarse de nada y llevó este conocimiento a su aldea. Según el relato de un viejo monje brahmánico, Theo Meier y Ernst Schlager escribieron la siguiente leyenda balinesa: ¨Una vez estaba sentado el dios Shiva en a montaña Mahameru... De pronto escuchó en la lejanía dulces  tonos como  jamás antes había escuchado. Llamó a su lado al sabio Narada para enviarlo a las ermitas del Himalaya con la misión de  investigar de dónde procedían esos tonos. Narada se puso en camino y, finalmente, llegó a la ermita del sabio Dereda. Allí sonaban los tonos con más fuerza. Entró. El ermitaño le explicó que, de hecho, esos tonos maravillosos tenían su      origen en el terreno donde se hallaban. La ermita estaba rodeada por un      bosque de bambú. Él había perforado y ligado las cañas de bambú. Cuando  el viento pasaba por los agujeros, resonaban los tonos más disimiles. Había quedado tan maravillado de su descubrimiento, que afirmó a un árbol toda una serie de cañas de bambú, como si fuera un sunari -un instrumento semejante a un arpa eólica-, con el único fin de producir constantemente un hermoso sonido¨.

¨Narada retornó al lado del dios Shiva y le informó lo que había visto. Shiva  decidió, entonces, que ese instrumento de bambú sería la base de la música en Bali. Con ella se daría a los hombres la posibilidad de honrar a los dioses y de regocijarlos de un nuevo modo. Y eso lo saben los sacerdotes balineses. Y mientras antes la música era caótica, ahora fue regida por un sistema de orden gracias al dios Shiva.¨ (2)

En  la mitología japonesa, el sol, a diferencia de otras mitologías, es femenino. La diosa sol japonesa es Amaterasu. La antigua estirpe imperial del Imperio del Sol Naciente se creía descendiente de aquella diosa. Aquí, Amaterasu es recordada por Berendt en una de sus principales leyendas que la relacionan con el poder creador de la música. Y luego, el autor que estamos acompañando, también recupera la historia de monje taoísta Han Yi y la del maestro sufí Hazrat Inayat Jan:  

¨Una leyenda particularmente emocionante acerca de la creación del nundo a través del sonido y la música proviene de Japón. ¨En un principio reinaban las tinieblas. Amaterasu, la diosa del sol, no reinaba todavía en el cielo. Vivía en una caverna. El mundo era frío, inhospitalario y estaba sin vida. Entonces la diosa tomó seis arcos enormes, los reunió y creó así la primera arpa. En ella tocaba hermosas melodías. Atraida por esa música, apareció la encantadora ninfa Ameno-Uzume. Entusiasmada con sus melodías, comenzó a danzar y,finalmente, también a cantar. La diosa solar Amaterasu quiso escuchar mejor la música que venía desde la lejanía. Por eso se asomó a la entrada de su caverna y, en ese mismo instante, la luz alumbró el mundo. El sol se hizo visible y sensible. Flores, plantas y árboles comenzaron a desarrollarse. Los peces y pájaros, los animales y los hombres pisaron la Tierra llena de luz. Pero los dioses acordaron desde entonces cultivar el canto y la danza, para que la diosa del Sol no retornara jamás a su caverna. Ellos sabían que si bien la vida se había iniciado gracias al Sol, sin embargo, sin la música de los seis grandes arcos en forma de arpa y sin el canto de la ninfa Ameno-Uzume jamás habría abandonado la diosa del Sol, Amaterasu, su trono celestial. Se habría quedado eternamente en su cueva. Y, por esta razón, fue que el sonido, que era música y danza, comenzó el mundo.

Como Dios creó el mundo a partir del sonido y como el sonido y la música fueron dados a los hombres por los dioses, será siempre la música, en sus sonidos, donde el hombre encontrará la clave de la voluntad de la divinidad y de los de la creación. En China, existe la historia del gran  taoísta Huan Yi, quien no sólo fue un sabio iluminado, sino también un maravilloso flautista. Un dignatario taoísta se enteró de que Huan Yi se encontraba de viaje por las cercanías y envió un mensajero con la petición de que viniera a verlo para compartir con él su sabiduría. Entonces ¨Huan Yi descendió de su vehículo, se sentó en una silla y tocó tres veces la flauta. A continuación volvió a subir al coche y partió¨. Los dos no intercambiaron palabra alguna, pero el dignatario -según narra la tradición- se convirtió en un sabio a partir de entonces.

También existe  una versión budista zenista de esta historia. Al regresar de China, Kakúa - uno de los antiguos pioneros del budismo zen en Japón -, el emperador le pidió que le contara acerca de toda la sabiduría que había acumulado en China. Kakúa extrajo su shakuhachi -una flauta de bambú-, interpretó una melodía, se inclinó cortésmente y se marchó. Pero el emperador había conocido lo que quería saber. 

¨En el Islam existen ciertas ceremonias rituales donde no se permite la música. El sufi Hazrat Inayat Jan narra un acontecimiento maravilloso de la vida del santo Khawaja de Ajmir. Un día el santo fue visitado por Khwaja Abdul Kadr Gilani, también un gran maestro, de ideas muy avanzadas, que viajaba de Bagdad a Ajmir. El santo respetaba con mucha exactitud las normas religiosas, y su huésped quería respetarlas también. Por eso renunció a su práctica musical diaria. Sin embargo, no pudo renunciar a la meditación cotidiana. Así, al arribar a  la hora de meditar, la música resonó por si misma, y toda la corte escuchó. Lo mismo ocurrió en los días siguientes. Kadr Gilani no tocó ni una sola vez su instrumento, pero cada vez que comenzaba a meditar, sonaba la música. Entonces, decía Hazrat Inayat Jan comentando la historia: ¨La música es meditación. Y la meditación es música. Y la inspiración que encontramos en la meditación, la  podemos experimentar también en la música¨. 

¨Resulta similar otra historia contada también por el sufí Hazrat Inayat Jan: ¨Un día, el emperador Akhbar, el gran jefe mogol, dijo a su músico cortesano Tansen, no menos famoso que él: 'Dime, oh gran maestro, ¿quién fue el que te enseñó?'. Le respondió: 'Majestad, mi maestro es un gran músico; aun más que eso: no puedo llamarlo 'músico', tengo que decirle música'. El emperador siguió preguntando: '¿Puedo escucharlo cantar?'. Tansen respondió: 'Quizá, lo intentaré. Pero usted no puede pensar en hacerlo llamar a la corte'. '¿Puedo ir a donde está?'. El músico dijo: 'Incluso su orgullo puede rebelarse si llega a pensar que tiene que cantar ante un rey'. 'Entonces puedo ir como tu criado'. 'Si, entonces existirá una esperanza', opinó Tansen' . De este modo, los dos subieron hasta el Himalaya, hasta las altas cumbres donde el santo tenía su templo en una cueva, viviendo en armonía con el infinito, en medio de la naturaleza. Cuando llegaron, el músico iba a lomo de un caballo, mientras Akhbar iba a pie. El santo vio que el emperador se había humillado para escuchar su música y  aceptó cantar para él. Su canto era inmenso. Parecía como si todos los árboles y plantas del bosque vibraran; era el canto del Universo. La profunda impresióit que causó en Akhbar y Tansen fue algo que no pudieron soportar; cayeron en un estado de paz e inspiración. Cuando aún se hallaban en ese estado, el maestro abandonó la cueva. Al abrir sus ojos, ya no estaba. El emperador dijo: '¡Qué milagro tan extraño! ¿A dónde ha ido el maestro?'. Tansen respondió: 'Jamás volverá a encontrarlo en esta cueva. Pues cuando una persona lo ha disfrutado una vez, entonces trata de seguirlo aunque le cueste la vida. Él es más grande que todo lo demás de la vida'. Una vez que hubieron retornado a casa, el emperador le preguntó al músico: 'Dime, ¿qué raga (serie tonal, tema musical) fue el que cantó el maestro?'. Tansen le dijo el nombre del raga y lo cantó para él, pero el emperador no se sintió satisfecho. 'Si, es la misma música, pero no el mismo espíritu. ¿Por qué sucede eso?'  Tansen respondió: 'La razón está en que yo canto para ti, el emperador de este país, mientras que mi maestro cantó para Dios. Esa es la diferencia'.¨ (3) 

Alexandra David-Neel fue una famosa viajera, una de las primeras en explorar la región del Tibet. Allí, recorrió multitud de templos y conoció a muchos monjes. Algunos de ellos sabios. Como el caso del llamado 'maestro del tono':

¨Se le daba el nombre de 'maestro del tono' a un sabio anciano, que Alexandra David- Neel halló en un apartado monasterio, en algún lugar de la frontera chino-tibetana del Himalaya.  En un templo de este monasterio, el maestro-que llevaba el nombre de Bonpo-tocaba un tshang, el primitivo tantán tibetano, con sus bordes curvados hacia arriba. De pronto retumbó un sonido subterráneo, similar a un grito desconcertante, por todo el salón. Los campesinos presentes y los acompañantes de los viajeros europeos gritaron despavoridos, y ni uno solo de ellos dudó de haber visto una serpiente de fuego: “la serpiente salió del tshang, cuando el lama lo golpeó”, dijo uno de ellos, confirmando los demás sus palabras. A continuación el lama explicó a los viajeros: “Soy el maestro del tono. A través del tono puedo matar a los vivos y despertar a los muertos...Todos los seres, todas las cosas que incluso aparecen sin vida, dan tonos. Cada ser y cada cosa aporta un tono especial, uno que le es particular. No obstante, este tono se transforma según los diferentes estados por lo que atraviesa el ser o la cosa que lo produce. ¿Cómo? Los seres y las cosas son conglomerados de pequeñísimas partículas que bailan y producen los tonos con sus movimientos. Las enseñanzas dicen: En un principio fue el viento. Con sus remolinos formó los gjatams, las formas primitivas y el origen del mundo. Este viento sonaba y así fue que el tono formó la materia. A través de los tonos de estos primeros gjatams, surgieron otras formas que, a su vez, con la fuerza de sus tonos, produjeron nuevas formas. Y esto no es simplemente un cuento de épocas lejanas, sino que sigue siendo así. El tono produce todas las formas y seres. Vivimos por el tono.¨ (4) 

Tolkien y Michael Ende son dos de los máximos creadores de mundos fantásticos. Para ambos, la música posee una resonancia esencial; para ambos, lo musical es una vibratoria raíz creadora. Así lo confirma Berendt: 

¨Tanto en Tolkien-en el Silmarillion- como en Ende  -en Mono-, existen pasajes centrales donde el sonido desempeña un papel decisivo. En Tolkien, en las primeras páginas de su mito acerca del Silmarillion, el mundo comienza con una ¨canción¨. Cuando el patriarca Ilúvatar señala a los ainures -elfos y ancestros de los hombres- los ¨claros campos¨ del ¨vacío¨ donde ellos deberán vivir, dice:

-¡Mirad, esta es vuestra canción...! A partir del tema que os señalo, haced ahora en armonía y juntos una Gran Música. Y como os he insuflado con la Llama Inapagable, mostrad vuestras fuerzas y ejecutad este tema, cada uno según su arte y saber, tal como le plaza. Pero yo deseo sentarme a escuchar, para regocijarme de que a través de vosotros semejante belleza se ha convertido en canto.

¨Entonces las voces de los ainures comenzaron a resonar como arpas y laúdes, como flautas y trompetas, corno violines y órganos, e hicieron del tema de Ilúvatar una gran música. Y un sonido se desprendió de las melodías que se tocaban sin poner fin, entrelazándose armónicamente, y se perdió en las alturas y en las profundidades, más allá de cualquier oído, y los espacios donde habitaba Iluvatar rebosaron, y la música y su eco resonaron en el vacío, que ya no siguió estando vacío. Desde entonces, nunca más los ainures volvieron a tocar una música como esta. Sin embargo, se dice que una más hermosa deberá sonar ante llúvatar después del fin de los días, hecha por los coros de ainures y por los hijos de llúvatar. Entonces, los temas de Ilúvatar serán interpretados correctamente, obteniendo su exístencía en el momento en que suenen, porque todos serán comprendidos por completo, lo cual es intención de Ilúvatar, y cada uno sabrá lo que sabe cada cual, e Ilúvatar dará a sus pensamientos el fuego secreto, y él tendra su complacencia.¨

También el mal se manifiesta en Tolkien de manera musical. Incluso es la disonancia musical la que crea la disonancia de la creación:

¨Pero ahora estaba sentado Ilúvatar y escuchaba; durante largo tiempo le pareció bien, pues la música no tenía errores. Pero al seguir el tema, a Melkor se le ocurrió entremezclar tonos que él mismo se había imaginado y que no concordaban con el tema de Ilúvatar, pues él aspiraba a obtener más brilló y poder para la voz que se le había encomendado...

¨Muchos de estos pensamientos fueron entrelazados por él en su canción y la disonancia creció a su alrededor, y muchos de los que cantaban cerca de él se pusieron de mal humor. Sus pensamientos divagaron y el canto tuvo tropiezos; algunos comenzaron a entonarlo y se apartaron de su primera idea. Así la disonancia de Melkor se fue extendiendo, y las melodías que antes se escuchaban se hundieron en un mar de tonos confusos. Pero Ilúvatar seguía sentado y escuchaba, hasta que le pareció que una tormenta de aguas turbias batía contra su trono, guerreando entre sí con odio infinito, irreconciliable¨. 

En Momo aparece la hermosa historia del ¨péndulo estelar¨, que crea sin cesar nuevos brotes, capullos y flores, cada vez más hermosos con cada golpe de péndulo. Pero lo que, en realidad, impulsa al ¨péndulo estelar¨ y a la ¨columnna luminosa¨, que brilla desde la cúpula de la bóveda celestial es un sonido:

¨Al principio fue como un murmullo, como el del viento, que se oye lejano sobre las copas de los árboles. Pero entonces el bramido se hizo más poderoso, hasta semejarse a una cascada o al tronar de las olas marinas contra una costa rocosa.
¨Y Momo sentía cada vez con mayor claridad este estrépito compuesto por innumerables  sonidos, que se reordenaban sin cesar, transformándose y formando contantemente otras armonías. Era música y, sin embargo, era otra cosa al mismo tiempo. Y de pronto, Momo la reconoció: Era la música que a veces había escuchado muy baja y como desde una lejanía, cuando escuchaba el silencio bajo el cielo cuajado de estrellas refulgentes.

¨Pero ahora los sonidos se hacían más claros y radiantes. Momo íntuyó que esta luz sonora era la que producía y formaba cada una de las flores, con una forma diferente, cada vez única e irreproducible, desde las proltndidades de las oscuras aguas.

¨Mientras más tiempo escuchaba, más claramente podía diferenciar las voces. Pero no eran voces humanas las que sonaban, sino que sonaban como si el oro, la plata y todos los demás metales cantaran. Y entonces salieror, imediatamente detrás, voces de otra clase, voces procedentes de lugares remotos inimaginables, con una potencia indescriptible. Cada vez se hacían más claras, por lo que Momo iba pudiendo escuchar las palabras, las palabras de un lenguaje que nunca antes había oído y que, sin embargo, entendía. Eran el Sol y la Luna, los planetas y todas las estrellas, que revelaban su propio nombre, el real. Y en estos nombres estaba encerrado lo que hacían y como todos se interrelacionaban para crear y volver a dejar marchitar cada una de estas flores-hora.

¨Y de repente Momo comprendió que todas esas palabras estaban dirigidas a ella. El mundo entero, hasta las estrellas más lejanas, se habia vuelto hacia ella, como un gran rostro único, inimaginable, que la observaba y le  hablaba.¨ (5)

Y, así, nuevamente podemos escuchar un sonido primordial mediante el que los dioses imaginaban la materia, el espacio y los colores. De ahí que la música sea también alabanza divina;  melódica, honda y sonora veneración:  

¨Como Dios creó el mundo a través del sonido, por eso toda la música se remonta a Dios y a los dioses. Por esta razón, toda la música es -en primera instancia- una loa a Dios. Este pensamiento impregna también todas las concepciones musicales de los pueblos de la Tierra.

La antigua mitología india dice que “el carro del Sol tiene una lanza compuesta sólo por cantos de alabanza”. Y en el Rigveda de la antigua India se reúnen los ritmos primitivos y los sonidos primitivos en un canto de alabanza arrebatador, que impulsa a la creación a crecer y desarrollarse. El cantor que ha resumido en palabras este pensamiento de la forma más hermosa es el salmista, que se encuentra en losde la poesía -!y la música!- judía y cristiana. Hace mil años compuso en los cuatro últimos cantos de los Salmos -del 147 a 150- los siguientes versos, que han inspirado a los músicos y compositores a través de los siglos -desde Juan Sebastián Bach hasta Duke Ellington-  a poner en rnúsica cantos de loor, alabanza y agradecimiento:

¨Cantad a Yavé un canto nuevo...
Alaben su nombre con la danza, 
toquen para él el arpa y la cítara..
Alabad a Yavé en su santuario, 
alabadlo en su augusto firmamento, 
alabadlo por sus grandes maravillas, 
alabadlo por su inmensa majestad.
Alabadlo con  sonido de corneta, 
alabadlo con cítara y con arpa, 
alabadlo con danza y con tambor, 
alabadlo con cuerdas y con flautas, alabadlo con címbalos sonoros.¨(6) (*)

                                                 
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(*) Fuente: Todas las citas proceden de ¨Los mitos y leyendas afirmaron siempre que Dios creó al mundo a partir del sonido¨, en Nada Brahma. Dios es sonido., de Joachim Ernst Berendt, ed. Abril.

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